Diatermia, palabra procedente del griego que significa “mediante el calor”.
La DIATERMIA se emplea a través de una aparatología que consigue aumentar la temperatura de los tejidos del cuerpo de forma selectiva y provocando un calor profundo para activar biológicamente aquellas partes que se encuentran en un proceso degenerativo.
La fórmula para que el proceso de aumento del calor se produzca es a través de la energía electromagnética, radiaciones que atraviesan los distintos tejidos hasta localizar la parte a tratar. Es importante decir que la piel subcutánea no se sobrecalienta, por lo tanto no se percibe dolor, ni molestias. El tipo de radiaciones utilizadas para el procedimiento son electromagnéticas (microondas y ondas cortas) y ultrasonido.
Las aplicaciones de la Diatermia son muy variadas:

  • Principalmente musco-esqueléticas (disminuye el tiempo de recuperación con su aplicación y estimula la regeneración de los tejidos, creando una mayor elasticidad y disminución de la hinchazón).
  • Relaja los músculos y alivia en un alto índice la sensación de dolor.
  • En las enfermedades reumáticas y artríticas se actúa con la Diatermia para minimizar los dolores profundos e inflamaciones.
  • Patologías vasculares y flebolinfológicas.
  • Tratamientos analgésicos y mio-relajantes.
  • Tratamientos drenantes y anti-edemigénicos.
  • Estimulación eutrófica.
  • Tonificaciones de tejidos y medicina estética.

La DIATERMIA favorece:

  • La reducción de los edemas y dolor.
  • La relajación de la musculatura, acaba con la contractura.
  • Mejoría de la vascularización.
  • Mejoría de la movilidad articular.
  • Mejora del aspecto cutáneo.
    Contraindicaciones de la Diatermia:
  • Mujeres embarazadas
  • Pacientes con marcapasos.
  • Personas que lleven prótesis que sean sensibles a los campos magnéticos.
  • Úlceras hemorrágicas.
  • Infecciones agudas.
  • Insensibilidad en la piel.

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